Tratamiento del Bruxismo en Barcelona 1

¿Qué es el Bruxismo?.

El bruxismo es una disfunción de la ATM (Articulación temporomandibular). Consiste en apretar de forma inconsciente la mandíbula y rechinar los dientes. Puede darse tanto por el día como por la noche, pero lo más frecuente es que se produzca mientras dormimos. En muchas ocasiones, la persona que presenta bruxismo no es consciente de que lo tiene hasta que otra le advierte de que al dormir rechina los dientes, y en ocasiones es el dentista quien le informa tras realizarle una revisión dental rutinaria.

Comúnmente, es un síntoma de preocupación o ansiedad, que comienza durante un período de estrés,  por trastornos del sueño o a causa de un trastorno temporomandibular. El bruxismo también puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos, como los antidepresivos. La mala postura también puede contribuir al dolor de mandíbula, porque si su cabeza se sienta hacia adelante, la mandíbula se abre naturalmente y los músculos de la mandíbula tienen que trabajar todo el día.

¿Cómo aparece el Bruxismo?

La mayor parte del dolor asociado con el bruxismo proviene de la tensión muscular en el cuello, la mandíbula y el cráneo. La mandíbula (la articulación temporomandibular) es increíblemente fuerte, y al rechinar los dientes utiliza no solo los músculos principales de la mandíbula, sino también los músculos estabilizadores accesorios, que se encuentran en el cuello y en la cabeza. Son estos músculos del cráneo los que acostumbran a causar dolores de cabeza, migrañas y cefaleas. Parte de esta tensión muscular puede provocar rigidez en las articulaciones del cuello y el rechinar afecta directamente a la ATM y a los dientes. Con el tiempo se puede producir desgaste en estas estructuras.

Un gran número de nuestros pacientes nos visitan quejándose de dolor de cuello, rigidez de cuello, dolor en la mandíbula, dolores de cabeza, dolor facial o tener una mala oclusión, por el hecho de apretar más. Sus síntomas a menudo empeoran por la mañana y cuando profundizamos un poco más en el historial, y el examen de anamnesis en nuestro caso, se hace evidente que estos pacientes tienen un hábito subyacente en común: apretar y rechinar los dientes.

La ATM se compone de músculos, vasos sanguíneos, nervios y huesos. Estos músculos son los implicados en la masticación y también para abrir y cerrar la boca. El hueso de la mandíbula, que está controlado por la ATM, gira/articula (abre y cierra la boca) y se desliza (permite que la boca se abra más). La coordinación de esto le permite hablar, masticar o bostezar.

El dolor mandibular no es tan usual como el dolor de espalda o el dolor de cabeza, pero algunos estudios ubicaron el dolor de mandíbula entre el 4 y el 8 % de la población general.

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¿Cuáles son las causas del Bruxismo?.

  • Estrés o síndrome de ansiedad:  cuando estás estresado, tu cuerpo segrega hormonas que son captadas por los nerviosos encargados de determinadas funciones, como la contracción de los músculos de la mandíbula o del cuello.
  • Oclusión dental:  cuando los dientes no están correctamente alineados, se produce una contracción involuntaria de los músculos de la mandíbula para compensar y asegurarse de que los dientes puedan tocarse.
  • Deporte:  Un deportista cuyo deporte requiere una buena estabilidad en el espacio puede tener bruxismo. La contracción de los músculos de la mandíbula tendrá como objetivo estabilizar la cabeza en relación con el cuello y el cuello en relación con los hombros, estabilizando así el cuerpo durante el movimiento.
  • El llevarse a la boca objetos «no alimentarios» (juguetes, bolígrafos, chicles, chicles…)
  • Períodos de vigilia durante la fase de sueño ligero.
  • Trabajos de ortodoncia y/o daño bucal. En estos también puedes presentar bruxismo, como reacción al dolor, o para compensar la adaptación que se le impone.

Síntomas del Bruxismo.

El bruxismo puede causar dolor en la cabeza, la cara, el cuello y la mandíbula. Estos síntomas pueden incluir:

  • Dificultad para abrir/cerrar la mandíbula
  • Cefaleas y migrañas
  • Dificultad para masticar y tragar
  • Problemas digestivos
  • Dolor en los senos paranasales, la cara, los oídos (tinnitus), los ojos, los dientes y los músculos del cuello, los hombros y la espalda
  • Ruidos articulares (chasquidos, crujidos, crepitaciones)
  • Bruxismo: rechinar los dientes (dientes desgastados o agrietados)

¿Cómo te puede ayudar un osteópata?

Tratamiento del bruxismo en Barcelona.

Un osteópata tratará a la persona en su totalidad. Observarán cómo se conectan todos sus síntomas y cómo funcionan juntas las diferentes partes del cuerpo. Si una parte de su cuerpo está desequilibrada, esa parte puede estar afectando al resto de su cuerpo.

En el Centro de Osteopatía Motec primero realizamos una evaluación postural, que incluirá la observación de las relaciones entre la cabeza, el cuello y la columna vertebral, así como la posición de la ATM en relación con el cráneo, la columna vertebral y los hombros.
Una vez evaluado, el tratamiento puede consistir en que el profesional haga estiramientos suaves y manipulaciones dentro de la boca para llegar a algunas de las estructuras más profundas. Otro tratamiento puede incluir la creación de una separación temporal de las dos superficies articulares entre el cóndilo de la mandíbula y la base del cráneo. Esto permite que la articulación se reinicie normalmente. Esto puede recuperar parte del movimiento que se haya perdido a causa del bruxismo.

Ejercicios de ayuda.

Si estás experimentando algún síntoma de trastorno temporomandibular, estos ejercicios pueden ayudarte a aliviar el dolor de la articulación temporomandibular y mejorar los movimientos de la articulación de la mandíbula.

1. Relajación de mandíbula
Relaja la lengua suavemente sobre la parte superior de la boca, detrás de los dientes frontales superiores. Permite que los dientes superiores e inferiores se separen mientras relajas los músculos de la mandíbula.

2. Ejercicios de apertura parcial
Colócala lengua en la parte superior de la boca y un dedo delante de la oreja, donde se encuentra la ATM. Pon tu dedo medio o índice en tu barbilla. Deja caer la mandíbula inferior hasta la mitad y luego cierra. Debe haber una resistencia leve pero no dolor. Una variación de este ejercicio sería colocar un dedo en cada articulación temporomandibular mientras bajas la mandíbula inferior hasta la mitad y vuelves a cerrarla. Repite este ejercicio durante 5 minutos.

3. Ejercicios de apertura total
Manteniendo la lengua en el paladar, coloca un dedo en la ATM y otro dedo en la barbilla. Deja caer completamente la mandíbula inferior y llévala hacia atrás. Para una variación de este ejercicio, coloca un dedo en cada articulación temporomandibular mientras dejas caer completamente la mandíbula inferior y la espalda. Repite este movimiento varias veces durante 2-3 minutos.

4. Meter la barbilla
Con los hombros hacia atrás y el pecho hacia arriba, tira de la barbilla hacia atrás, creando una «doble barbilla». Manten durante tres segundos y repite 10 veces.

5. Apertura de la boca con resistencia
Coloca tu pulgar debajo de la barbilla. Abre la boca lentamente, empujando suavemente contra tu barbilla para provocar resistencia. Mantén la posición de tres a seis segundos y luego cierra la boca lentamente.

6. Cierre de la boca con resistencia
Aprieta la barbilla con el índice y el pulgar con una mano. Cierra la boca mientras presionas suavemente la barbilla. Esto ayudará a fortalecer los músculos que te  ayudan a masticar.

7. Lengua arriba
Con la lengua tocando el paladar, abre y cierre la boca lentamente.

8. Movimiento de la mandíbula de lado a lado
Coloca un objeto pequeño entre los dientes frontales y mueve lentamente la mandíbula de lado a lado. A medida que el ejercicio se vuelve más fácil, aumenta el grosor del objeto.

9. Movimiento de la mandíbula hacia delante
Coloca un objeto pequeño entre los dientes frontales. Mueve tu mandíbula inferior hacia adelante para que tus dientes inferiores queden frente a tus dientes superiores. A medida que el ejercicio se vuelve más fácil, aumenta el grosor del objeto.

Algunos consejos para aliviar el dolor

  • Doblar una toallita, mojarla en agua caliente, retorcerla y aplicar en ambos lados de la cara. El calor relajará los músculos tensores de la mandíbula.
  • Evitar hábitos cotidianos como masticar chicle, morderse las uñas o morder los bolígrafos.
  • Practicar la respiración abdomino-diafragmática, ya que esta provoca una relajación general.

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